La limpieza bucal o tartrectomía es un procedimiento rutinario que consiste en la eliminación del sarro que se deposita en los dientes. Normalmente la realiza el odontólogo o el higienista dental en la clínica.
Hoy en día, casi todos somos conscientes de los beneficios que este tratamiento dental aporta. Por nuestra parte, desde Clínica Dental Panorama en Sevilla, intentamos resolverles a nuestros pacientes todas las dudas que puedan tener acerca de este tratamiento, pero aun así, sabemos que quedan ciertas «leyendas urbanas» en torno a este procedimiento.
Sin ir más lejos, la semana pasada una paciente me comentaba que su médico de cabecera le había dicho que la limpieza arañaba el esmalte y que no era bueno hacerla con frecuencia.
Ante tal disparate, no he tenido más opción que dedicar mi primer post a este tema y así aclarar todas las dudas que hay en torno a este tratamiento.
1. Con la limpieza se blanquean los dientes.
No es cierto. Junto con la limpieza normalmente se realiza un tratamiento llamado pulido que consiste en eliminar las tinciones que se depositan en la superficie de los dientes. Visualmente, al eliminar estas manchas (normalmente oscuras) da el aspecto de que se ha blanqueado el diente, pero realmente lo único que se ha hecho ha sido limpiar el diente y dejar que muestre su color original.
2. La limpieza estropea el esmalte.
La tartrectomía se realiza con ultrasonidos, un instrumento que emite ondas que deshacen el sarro o cálculo dental pero no el esmalte, por lo que es un tratamiento totalmente seguro y con el que conseguirás mantener una buena salud de tus encías y evitar así la gingivits, periodontitis y la pérdida de dientes.
3. Durante el embarazo no se deben hacer tartrectomías.
Falso. Durante el embarazo se producen muchos cambios hormonales en el cuerpo de la mujer y como consecuencia puede haber un sangrado de encías, pero éste hecho no contraindica el realizar la tartrectomía sino todo lo contrario, es necesario que la encía esté sana y que no haya sarro para evitar el desarrollo de la enfermedad periodontal.
4. Hay que hacerse una higiene profesional al año.
Es una frase que hemos escuchado muchas veces pero no es del todo cierta. La frecuencia con la que se necesita una limpieza depende de cada paciente. El sarro es placa bacteriana que se calcifica. Hay personas que mantienen muy buena higiene y por tanto casi no acumulan placa bacteriana. Hay otras personas que no consiguen eliminar toda la placa bacteriana y cuando ésta calcifica forma sarro rápidamente, por lo que necesitarán la limpieza con mayor frecuencia. Si quieres saber cada cuando tiempo la necesitas, lo mejor es que acudas a nuestra clínica dental para que te aconsejemos lo mejor en tu caso.
5. Utilizando un enjuague evito la formación de sarro.
No es así. Como ya hemos comentado anteriormente, el sarro es placa bacteriana que calcifica, por lo tanto, la única forma de evitar su formación es evitar que se acumule placa bacteriana, y ésto se consigue con un buen cepillado. El
colutorio puede ayudar a dar una sensación de mayor limpieza y de frescor, pero solo el cepillado es efectivo ante la placa bacteriana.
6. A los niños no se les puede hacer limpiezas dentales.
Aunque normalmente el sarro es cosa de adultos, a veces se forma también en niños. Muchas veces tiene que ver con una falta de higiene adecuada y con malposición de los dientes y patologías oclusales. En tal caso, sí que se puede realizar la limpieza ya que es un tratamiento seguro y no provoca ningún daño, pero es aconsejable realizar una buena exploración para determinar por qué se ha formado ese sarro, si el pequeño o pequeña necesita que le enseñemos a cepillarse mejor o si por el contrario, necesita un tratamiento de ortodoncia para corregir alguna alteración de la mordida.
7. Si ya no tengo dientes sino implantes no necesito hacerme limpieza.
Esto es otro error. Los implantes al igual que los dientes acumulan sarro y también hay que realizarles una higiene periódicamente. Sí que es cierto que los instrumentos con los que se realiza la limpieza no son los mismos que los usados en los dientes naturales. Esta limpieza es esencial para asegurar la salud de los implantes y evitar la periimplantitis que hace que éstos se caigan.
